- Pechugas de pollo
- Cereales (yo he usado All Bran Flakes)
- Leche
- Huevo
Preparación
La noche antes de servirlas, si tienes tiempo, cortar las pechugas de pollo en trozos pequeños y alargados y mételas en un recipiente totalmente cubiertas de leche. Déjalas en la nevera hasta que las vayas a cocinar. Esto hace que el pollo esté muchísimo más jugoso.
Cuando vayas a cocinarlas, bate un huevo y ponlo en un plato hondo. Paralelamente, tritura los cereales hasta que parezcan pan rallado.
Pasa los trozos de pollo por el huevo batido y luego por el cereal para que queden bien rebozados.
Fríelos en abundante aceite.
Nota: Están mejor si los sirves con una salsa, por ejemplo de miel y mostaza.
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