Lo primero que tienes que elegir es el ingrediente "protagonista": jamón, pavo, quesos, morcilla, gambas... todo lo que se te ocurra.
Necesitas:
- 200 grs del ingrediente que quieras. En este caso yo usé la carne que me sobró del caldo.
- 50 g de aceite de oliva
- 100 g de mantequilla
- 30 g de cebolla
- 170 g de harina
- 800 g de leche
- Nuez moscada
- Pimienta
- Sal
Preparación:
Primero tienes que coger el ingrediente principal, picarlo y reservarlo en un bol.
Después pones la mantequilla, la cebolla picada y el aceite de oliva en una sartén y pochas la cebolla (Thermomix: 3 minutos, temperatura Varoma, velocidad 4).
Añade la harina y cocinala durante 10 minutos a fuego medio. Esto es importante para que luego no tengan sabor a harina cruda (Thermomix: 7 minutos, temperatura 100ºC, velocidad 3).
Añade la leche, la nuez moscada, sal y pimienta y remueve bien.
Viértelo en una manga pastelera y déjalo reposar. También lo puedes poner en una bandeja honda pero con la manga pastelera es más fácil formarlas.
Luego bate unos huevos, añade sal y pasa las croquetas por huevo.
Finalmente rebózalas con pan rallado (también puedes añadirle parmesano rallado al pan para darle un gusto diferente) y déjalas en una bandeja.
Puedes congelarlas durante unas horas y luego separarlas y guardarlas en una bolsa para que sea más práctico.
Cuando tengáis dominada la Bechamel, lo divertido es hacer pruebas con el rebozado y con los ingredientes principales. Ya me contaréis...
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